Los diseños industriales son elementos fundamentales en el ámbito de la propiedad intelectual dado que son piezas primordiales en el mundo del diseño y la innovación. En este artículo, exploraremos que se entiende por estos diseños y analizaremos como se diferencia de los modelos de utilidad, las patentes y los diseños gráficos.
En primer lugar, hay que entender que es diseño industrial. Esto se refiere al “aspecto externo de un producto que cumple una función ornamental o estética”[1]. Es decir, viene a ser la apariencia particular de un producto que resulte de cualquier reunión de líneas o combinación de colores, o de cualquier forma externa, bidimensional o tridimensional, línea, contorno, configuración, textura o material, sin que cambie el destino o finalidad de dicho producto.
Estos diseños pueden aplicarse a una amplia gama de productos industriales, como muebles, electrodomésticos, envases, joyería, calzado y mucho más pues el fin de los diseños industriales es buscar aportar un valor estético y diferenciador al producto, haciéndolo más atractivo para los consumidores.
En el Perú, los diseños industriales están respaldados por la normativa de propiedad industrial y permiten a los creadores obtener derechos exclusivos sobre sus diseños, por ende, de querer registrar diseños industriales como un borrador en forma de spinner o un frasco de perfume en forma de una persona, obtendríamos derechos exclusivos sobre su apariencia ornamental, lo que nos permitiría prevenir que terceros utilicen o imiten este diseño sin nuestra autorización.
Diferencias entre diseño industrial, modelo de utilidad, patente y diseño gráfico
Ahora, si bien es cierto los diseños industriales pueden tener similitudes con los modelos de utilidad, la patente y el diseño gráfico, todos amparados en las normativas peruana sobre propiedad intelectual, cada uno tiene características y alcances específicos que los vuelve diferentes uno del otro. Mientras que el diseño industrial protege la apariencia estética del producto, por consiguiente, va a diferenciarse de:
- Los modelos de utilidad: Que se refieren a la utilidad práctica, es decir, protege una invención que presenta una mejora o mejoras en la función o uso de un producto u objeto, otorgándole una utilidad práctica adicional como un nuevo dispositivo de seguridad para ventanas o un nuevo mecanismo de plegado para una bicicleta.
- Las patentes: Que protegen invenciones (un producto o un proceso) que se caracterizan por ser novedosas, tener una aplicación industrial y tener un nivel inventivo. Esto se refiere a que son productos totalmente nuevos, que no se han visto antes y tienen una funcionalidad que resuelve un problema técnico.
- Los diseños gráficos: Que se enfoca en la creación visual y estética de elementos bidimensionales, como logotipos, ilustraciones y diseños de página. Si bien comparte la misma estética visual, difieren en su aplicación puesto que los diseños gráficos se utilizan principalmente en medios digitales como publicidad, branding o diseño web, ya que, su eje principal es la comunicación visual a diferencia de los diseños industriales donde se aplica la estética al objeto o producto tangible.
Vemos entonces que es esencial comprender cada uno de ellos para poder registrarlos debidamente y poder protegerlos, garantizando la exclusividad de cada tipo de creación.
Por tanto, se concluye que los diseños industriales desempeñan un papel importante al proteger la apariencia estética y visual de productos industriales, brindando un valor diferenciador, dándole identidad y atractivo en el mercado.
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[1] Bruno Melchor Valderrama (2018). Guia para el registro de diseños industriales. Lima: Indecopi, pág. 4
